Atraer nuevos públicos y hablar el mismo lenguaje de los jóvenes es uno de los grandes retos de las instituciones culturales de todo el mundo. Pasar de audiencias pasivas a comunidades activas que se vinculen a los proyectos culturales es el camino para conseguirlo. Rungie -startup de Barcelona- ha desarrollado dos plataformas para alcanzar estos objetivos: frameit y MITO.